El presidente Kennedy inspira a jóvenes estadounidenses idealistas para servir a su país y luchar involucrándose profundamente en la guerra de Vietnam del Sur. A medida que el régimen cada vez más autocrático de Diem se enfrenta a una creciente insurgencia comunista y a protestas budistas generalizadas, se desencadena una grave crisis política en el país que los Estados Unidos intentarán controlar pero que no dió los resultados esperados.